Llega ese momento en el que decimos: Es la persona indicada.
Aquella persona que hace que tu vida, deje de ser una prosa.
Llenándola de poemas.
Abordando tu mente y haciendo que olvides quien eres en realidad.
Como si lo demás no existiera.
Y ese, es a veces el problema.
Por eso el amor es un riesgo.
Pero un riesgo que hay que aprender a tomar.
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